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Crónica de una Noche de Bocatas.

Domingo 28 de diciembre de 2014, un día distinto en el Bar Escuela. Nuestros chicos se ofrecen voluntarios para elaborar con ilusión 50 bocadillos, de jamón y tortilla, ingredientes donados por LIZARRAN, vamos a colaborar con bokatas.org en la ayuda a la gente sin techo que vive en Madrid. Nuestra misión no es solo la entrega de bocadillos sino conocerles y tratar de ayudar en sus vidas. 

Me abrigo mucho porque hace un frío que pela y me dirijo a la calle Fernando El Católicos del madrileño barrio de Arguelles, donde en un pequeño local cedido por una orden religiosa, me encuentro a un grupo de jóvenes voluntarios que ultiman la elaboración del caldo, del café y del chocolate que acompañarán a nuestros bocadillos y al Acuarius que generosamente ha donado COCA-COLA. 

21:00 La coordinadora me incorpora a una ruta cubierta por dos chicas y un chico, una de ellas, Mar, es la propia coordinadora que lleva tiempo en esto, la otra, Elena, es voluntaria de día en un centro de recuperación de discapacitados por accidentes sobrevenidos y el chico, Victor, es estudiante en un centro de estudios bursátiles. Tres joyas. 

21:30 Nos encontramos con nuestro primer beneficiario en los bulevares, muy cerca de unos grandes almacenes duerme en un suelo de cartones envuelto en mantas en la puerta de una institución bancaria, es vasco, de Bilbao, bueno del casco antiguo nos aclara orgulloso, tiene unos 50 años y nos relata cómo en su última profesión realizaba excavaciones manuales en las alcantarillas de Madrid y como huía de las ratas y de la porquería, pero lo recuerda con cariño pues tenía un trabajo y se sentía bien pagado y sobre todo bien tratado, su jefe le pagaba diariamente un buen menú con chupito incorporado. Ahora nuestro amigo aprovecha sus habilidades aprendidas en su trabajo para esconder por el día sus pertenencias en una de las alcantarillas de la zona, " hay que tener cuidado pues hay muy mala gente " , nos dice. Nos agradece el bocadillo y se toma dos cafés , su único vicio según nos dice. Esta preocupado por la que se montara en fin de año en la zona donde duerme todos los días, pues no le dejaran dormir en paz y nos recomienda que antes de comprar un piso valoremos mucho que en la zona no haya ruidos. 

22:00 En la zona próxima a la confluencia de la calle Fuencarral y Alonso Martínez, nos encontramos a nuestros siguientes amigos. Dos búlgaros con un castellano impecable que vinieron a España atraídos seguramente por el boom de la construcción y ahora viven en la calle. Ambos estaban durmiendo pero al oírnos se incorporaron sonrientes y amables para contarnos como les había ido el día y la Navidad, uno no pasa de los 35 y el otro nos relata que hace un par de semanas fue su cumpleaños , 45, y que sus vecinos de cartones le llevaron un pastel, le encanta el dulce y nos cuenta con cierta nostalgia, cómo se celebran las Navidades en Bulgaria. Todo son anécdotas y nostalgias, pero con amplias sonrisas y nada de quejas. Los chicos le dejan al más joven un saco térmico que les había solicitado en una visita anterior. Les dejamos dormir, aunque ellos seguirían charlando pues según nos dicen al rato de moverse en los cartones el cuerpo les duele y a base de cambiar de postura se despiertan y las noches se hacen largas. 

22,30. Andamos unos metros y allí esta otro vasco , también de Bilbao. Le damos el bocadillo y el café y nos pide tabaco, nada de vicios le decimos y la que nos cae. Socarrón, divertido, muy de Bilbao nos cuenta chistes y anécdotas. Nos hace reír .

Más adelante nos encontramos a un coreano y a un ruso . El coreano vive en un recoveco, entre un local vacío y un banco, ha montado una verdadera habitación de cartones, con cocina y todo. Trabaja de vez en cuando en restaurantes orientales de la zona y la gente del barrio le ayuda. Todo lo que ingresa lo mete en un banco y lo transfiere a su familia en Corea. Se ríe de nosotros porque estamos ateridos de frío y el nos recibe en chanclas. El ruso es mas serio, unos 55 años, casi no se le entiende por su mal castellano y su falta de dientes, pero nos habla de política económica europea sin ningún desatino, del posible crecimiento de la Unión Europea y de muchas cosas mas que nos hacen pensar que tras esa apariencia hay un hombre más culto. 

23:00 Ha bajado mucho la temperatura, ya solo hay dos grados, nos encontramos con tres chicos jovenes a los que les encantaron los bocadillos, nos lo agradecen y felicitan por el jamón. Dos de ellos españoles y el otro argentino, los tres viven en la calle desde hace tiempo. El argentino nos habla de coches de época, conoce perfectamente muchos de los modelos Bugatti que circulaban por su país y recuerda con pasión los mercedes Eisenhower, su bisabuelo fue corredor mucho antes que Fangio. Uno de los Españoles es de Toledo pero tras varias malas experiencia en su tierra se vino a Madrid donde ya lleva más de un año viviendo entre los cartones, nos relata que tiene pesadillas con las ratas que en sueños le atacan por la noche, nos habla de cine con mucho conocimiento y su dialéctica es impecable, hace tan solo unos años era un buen jugador de tenis y le encanta el gimnasio, hoy ni lo uno ni lo otro, mañana uno de los voluntarios le llevara en su coche hasta Toledo para ayudarle en un trámite burocrático. El tercero, mas tímido, nos rechaza amablemente el bocadillo pues según nos cuenta ha tomado mucha pizza y prefiere que se lo demos a otra persona. 

23:30. Repartimos algunos bocadillos mas en la zona de la calle Fuencarral, dejándolos junto a las personas que ya duermen y vamos en busca de alguno mas. En el camino encontramos personas que buscan algo que comer en las papeleras, una mujer joven, muy joven, nos mira con una cara de agradecimiento difícil de olvidar .

En la zona de Arapiles vamos al encuentro de un joven de unos 30 años que se cobija en una casita de cartones, es de Santander, de carácter tímido nos enseña su despensa con orgullo y sus recientes incorporaciones, unos yogures sin caducar rescatados de un contenedor y una ensalada con caducidad junio del próximo año. Incorpora a su despensa nuestro bocadillo y acepta un caldo. Lleva mucho tiempo en la calle y lo que quiere es recorrer el mundo andando. 

00:00. Sobre la medianoche acabamos el recorrido, algunos hoy faltaron a la cita, otros se incorporarán al circuito. 

Este es el relato de alguno de los casos que viví con mis compañeros de ruta de este domingo especial, pero hay muchos, más de 700 en Madrid, cada uno una historia, cada uno una vida que seguir y ayudar .

Muchas gracias a Rocío, Lucia, Mar, Elena, Victor y a todos los demás voluntarios de Bokatas.org Gracias por vuestra labor con los sin techo y gracias por permitirnos ayudar en ello. 

Conrado Truan 
Presidente